Corría el año 1992 cuando Felipe Cubillos Sigall y Javier Ovalle Letelier, amantes de la naturaleza, emprendedores y grandes amigos, vieron en la región una oportunidad para aportar con su creatividad a formar un lugar que recibiera a los navegantes de Chile y el mundo, promoviendo el turismo de la zona. Mientras trabajaba en la industria salmonera, a inicios de los años 90, Felipe Cubillos —quien era navegante por herencia familiar e incluso llegó a representar a Chile en la regata de la vuelta al mundo— conoció a Javier Ovalle, quien se empleaba en el rubro forestal. Juntos crearon la Marina del Sur, inspirados en las grandes marinas de los más icónicos polos turísticos del mundo. Lo que vino no fue fácil: consiguieron financiamiento tras certificar a la Banca de ese entonces que más de diez personas habían comprado atracaderos en verde, y convenciéndolos de que el proyecto era viable comercialmente.

Años después, ingresó Alfredo Irarrázaval a la sociedad, contribuyendo con el empuje para grandes proyectos, tales como el Varadero, el Edificio de Bodegas, el edificio de MDS Service y la querida revista Marina del Sur que se editó por muchos años y en una fina versión papel.

También, Mauricio Zwanzger se sumó con recursos adicionales para continuar el desarrollo.

Posteriormente, aumentó su participación de socio Roberto Bravo, gran amigo de Javier y Felipe, imprimiendo un sello adicional de servicio al cliente.

Hoy, la Marina del Sur tiene más de 150 atracaderos, continúa creciendo y ofreciendo un centro de operaciones para navegar por los increíbles paisajes del sur de Chile. La mayoría del personal de la Marina está desde sus inicios, liderados por su Gerente General, Rodrigo Rojas Ramsay, quien ha llevado el mando de esta organización desde que comenzó.

Volviendo al origen del sueño, todo nació de la inquietud de Felipe Cubillos. Él se preguntaba en esos años por qué no había más yates ni veleros en la zona y por qué los navegantes de la zona central no se movían al sur, siendo que Puerto Montt es la puerta de entrada a la Patagonia Norte y lugar de inicio para navegar los canales y fiordos del sur de Chile. El secreto mejor guardado de esta zona. “Ovalle, hagamos una marina, ampliemos la oferta de la zona, llegarán los botes” decía. Pero había un problema, no había terreno en el borde costero. Entonces Ovalle le dice “socio, hagamos como en Japón, si no hay tierra, se la ganamos al mar. “Hicimos cosas que todo el mundo consideraba locuras”, recuerda Javier.

Pioneros en el rubro, la Marina del Sur se convirtió en la primera marina flotante del sur de Chile. Luego vendrían otros que seguirían sus pasos: Marina Oxxean, Club Náutico Reloncaví (creció con muelles flotantes), Puyuhuapi, Quinched, Jéchica y Huelmo también atienden hoy embarcaciones en sus muelles.

La flota náutica ha crecido desde al año 1992 y hoy, solo en Puerto Montt, existen 300 embarcaciones deportivas que están en forma permanente disfrutando de las maravillas de la zona y dando trabajo a más de 100 familias.